Un platillo tapatíoUn platillo totalmente tapatío es relativamente nuevo y es algo así como el sello de la ciudad: la Torta ahogada. Consiste en un bolillo con carne frita de cerdo y frijoles, bañado en salsa y acompañada de cebolla desflemada.
También se puede encontrar en varios sitios, pero los lugareños acuden a los alrededores de la Basílica para buscar su “marchante” predilecto. Actualmente ya existen cadenas de tortas en donde no sólo se rellenan de cerdo, sino que la imaginación ha dado para mucho más: lengua, res y hasta camarón. |
De origen tapatíoOcho décadas después de que un trabajador, Luis de la Torre, inventó la torta ahogada en los años 30, ahora se ha convertido en un platillo típico de los tapatíos que puede conseguirse en cualquier punto de esta capital.
Los negocios más antiguos son la Tortas Ahogadas ''El Güerito'' y el de Don José ''el de la bicicleta''; sin embargo, ni siquiera es posible contabilizar la cantidad de éstos pues existen desde los informales, en patios de casas, hasta empresas franquicitarias. |
La receta originalLa receta original se prepara en un birote salado relleno de carnitas de puerco, bañado en dos salsas, una de chile de árbol de Yahualica y otra de jitomate, así como cebolla y limón, pero con el tiempo se han tenido variantes y algunos torteros les ponen aguacate, frijoles refritos y en otros casos sustituyen la carne por camarón.
|
Un platillo únicoCon base a estudios hechos en otros estados e incluso en el extranjero, afirmó que el birote no tiene el mismo sabor en otras regiones pues está comprobado que las característica climáticas de Guadalajara favorecen al platillo, al igual que las costumbres gastronómicas que se tienen aquí, es decir, los condimentos.
|